El color amarillo está proscrito en el mundo de la escena, e incluso hay quien se pone nervioso si alguien del público lo lleva. Al parecer, nace de la muerte en escena del dramaturgo frances Jean-Baptiste Poquelin, Molière.
En febrero de 1673, Molière estrenó «El enfermo imaginario», y vestía de amarillo. En plena representación se sintió indispuesto y pocas horas después moría en su casa. Desde entonces, se considera este color gafe para el escenario.
El estreno de «Salomé», de Oscar Wilde, cuyos bocetos de escenografía estaban dominados por el amarillo, acrecentaron su fama, pues la representación pública de la obra fue prohibida en Gran Bretaña hasta 1958. Hoy día cuando se representa Salomé, s continua evitndo el amarillo en escenografia.En el fragmento que esta a continuación podeis comprobarlo.
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